Ingredientes:
170 g (3/4 cup) de mantequilla a temperatura ambiente
3 huevos a temperatura ambiente
400 g (1 3/4 cups) de azúcar granulado
275 g (2 1/2 cups) de harina
300 ml (1 1/4 cups) de leche
7.5 ml (1 1/2 teaspoons) de extracto de vainilla
12.5 g (2 1/2 teaspoons) de levadura
1 cucharadita de pudin Royal para dar esponjosidad a la mezcla
Opcionalmente, la ralladura de algún cítrico
Un pellizco de sal
Con estas cantidades salen unas dos docenas de cupcakes normales, el doble si se trata de mini-cupcakes (mis favoritos).
Instrucciones:
Precalentar el horno a 175ºC (350ºF).
En un bol mediano mezclar la harina, la levadura, el pudin y la sal.
En un bol grande deshacer la mantequilla con la batidora eléctrica a velocidad media durante unos 30 segundos. Gradualmente añadir el azúcar (50-60 g cada vez), mezclando hasta que se que se incorpore y empleando de vez en cuando una espátula blanda para limpiar las paredes del bol. Mezclar durante dos minutos más hasta que la masa tenga un aspecto claro y esponjoso.
Añadir los huevos uno por uno, batiendo bien con cada uno de ellos. Adicionar el extracto de vainilla, la ralladura de cítrico si se emplea, y mezclar unos segundos.
Ir añadiendo la harina y la leche de forma alterna en pequeñas cantidades, batiendo con velocidad baja después de cada adición.
Una vez lista la masa, llenar los moldes de cupcakes sin superar los 2/3 de su nivel, mejor si es dentro de una bandeja de horno específica para cupcakes.
Hornear durante 18-22 minutos, dependiendo de nuestro horno. Estaremos seguros de que el cupcake está listo cuando al introducir un palillo sale limpio.
Dejar enfriar los cupcakes dentro de la bandeja durante 5 minutos, y posteriormente sacar para dejar enfriar por completo.
Rellenar de nuestro sabor favorito (dulce de leche, Nutella, frosting…) sólo cuando estén totalmente fríos. Elegir la técnica que más nos guste y …¡a disfrutar decorando!
Un par de trucos:
El cupcake de estilo americano se diferencia del muffin y la magdalena en el sabor, pero también en su forma. Un cupcake debe ser plano por arriba para que la decoración sea más fácil y el resultado mejor.
Para ello hay tres claves:
-no pasarnos con la levadura
-llenar los vasitos sólo hasta los 2/3
-no abrir jamás el horno durante la cocción
Los cupcakes pueden guardarse en el frigorífico. Sin embargo, si los hemos decorado con buttercream es mejor no meterlos en la nevera, ya que al sacarlos se puede estropear la forma.
Una última observación: si al sacar tus cupcakes después de varias horas decorando tus hijos se lanzan a por ellos, chupan la decoración de crema y dejan tirado el resto, no te deprimas. Lo hacen todos, los muy ingratos.
Coge el resto del cupcake y disfrútalo tú a cámara lenta, con los ojos cerrados. Saborea su fantástica dulzura y piensa en las calorías que te has ahorrado.