Flores para mamá
Mi madre, además de una mujer fuera de serie y un verdadero fenómeno de la naturaleza, es una loca de las plantas y las flores. Es capaz de plantar un huerto casi en cualquier parte, sabe los nombres de las flores en latín y ver con ella un jardín botánico es tan apasionante que acaba por ser un suplicio, porque no se deja un cartelito sin leer. Ahora que soy mamá, valoro doblemente todo lo que ella es y hace, y he aprendido a reconocer su enorme mérito. El que le hizo falta para sacar adelante junto a mi padre una familia de 7 hijos, y mantener a la vez una profesión. El hecho de que haya sido un poco sargenta me parece ahora inevitable, ya hasta le veo su encanto. El caso es que de niña no recuerdo a mi madre leyendo un libro o viendo una película entera hasta el final; llegué a pensar que era una mujer sin más hobbies que su familia y su trabajo. Error. Lo que no tenía mi madre era un minuto para sí misma. …