art deco, cine, Galletas de azúcar y mantequilla, galletas decoradas, Glaseado / Royal icing, oscars, transfer, vintage
Deja un comentario

La La Land

Desde siempre, que yo recuerde, he sido una amante del cine. En mi casa apenas veíamos televisión, de hecho durante muchos años ni siquiera tuvimos una. Cuando todos nuestros amigos ya tenían aparato de vídeo, nosotros aún seguíamos en blanco y negro, viendo tele sólo los fines de semana. Al cine, en cambio, me llevaron desde bien pequeñita, y durante mi juventud no había sesión continua ni cineclub que se me escapara.

doctorcookies galletas la la land cookies  (1).JPG

Cuando conseguimos por fin a un aparato de televisión decente y un vídeo yo ya tenía ventipico años. A esa edad vi Casablanca, y a partir de ahí me pude resarcir y ver todo el cine clásico que había soñado. Pensándolo ahora con la distancia de los años, creo que no fue tan mala cosa; pude ver películas impresionantes cuando estaba sobradamente preparada para disfrutarlas.

doctorcookies galletas la la land cookies  (3).JPG

Aunque el cine de mi infancia es el ochentero -soy hija de E.T, Los Goonies e Indiana Jones– tengo una debilidad especial por el cine clásico. Disfruto cada minuto rodado por Howard Hawks, Alfred Hitchcock o Billy Wilder, y cuando vemos en casa Singin’ in the rain con mis hijas no puedo quietarme la sonrisa durante toda la película.

doctorcookies galletas la la land cookies  (4).JPG

Por eso, porque me encanta que el cine me entretenga, la producción sea bonita y los personajes me atrapen; por eso mismo me declaro fan de La La Land. Porque es una película bonita, una historia sencilla que habla de temas atemporales –qué difícil es alcanzar los sueños sin dejar nada valioso en el camino-, una película dirigida por un chico joven que no ha reparado en gastos para hacernos soñar.

doctorcookies galletas la la land cookies  (15).JPG

Si me preguntasen ahora mismo qué película me hubiese gustado protagonizar, diría sin duda que Memorias de África, por aquello de que Robert Redford me lave la cabeza durante un safari. Pero no me molestaría nada pasar unos cuantos meses de mi vida en La La Land. Paseando bajo el sol con un chico así –Ryan Gosling me rindió-, bailando entre las estrellas, viendo como flotan esos vestidos maravillosos al ritmo de mis pasos.

doctorcookies galletas la la land cookies  (10).JPG

Fui a ver La La Land con un grupo de amigas, y sólo a una le gustó tanto como a mí. A otra le horrorizó, algunas la encontraron mona aunque demasiado almibarada, y otra amiga aún no sabe qué opinar. Pero todas todas, 100%, salimos del cine enamoradas del maravilloso vestuario que Mary Zophres hizo para la película. Ese vestido amarillo ha entrado directo en mi lista de razones para convertirse en actriz. No sé si Emma Stone se lo habrá quedado, si yo fuera ella en mi armario los tendría todos a buen recaudo.

doctorcookies galletas la la land cookies  (6).JPG

Fui también a ver La La Land con mi marido. Disfrutamos juntos la historia de amor, el romántico paseo por la ciudad de Los Ángeles -que nosotros hicimos en su momento- y la explosión de vitalidad que la película desprende.

Al acabar, mi marido se giró en su butaca y me dio un besazo de esos que no se olvidan; un beso de película. Qué más se puede pedir por unos cuantos euros.

doctorcookies galletas la la land cookies  (9).JPG

Que vivan las fábricas de sueños. Que viva el cine.

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s