Los que me conocen bien saben que no sé cocinar y que no me gusta nada, nunca lo he negado. Pero en ocasiones me he sentido criticada por gente como mi hermana M, que para más inri es cocinera -y de las buenas- porque según ellos sólo sé hacer galletas. Así que para callar bocas como la suya, he decidido demostrar al mundo que también sé hacer helados, y de paso enseñar a otras sufridas galleteras cómo hacerlos, huyendo elegantemente de las críticas, que tanto afectan en nuestro gremio.
Para ello, necesitamos comprar un cortador con forma de helado, que es bastante básico y común –además puede ser reciclado para hacer cookies de enanito-. En mi caso, quería hacer unos helados para un grupo grande de niños, así que hice la masa con mucha vainilla y un poquito de ralladura de naranja; el sabor elegido dependerá de los gustos de cada uno.
Para conseguir decorar estos deliciosos helados de tutti frutti deberemos hacer lo siguiente:
Prepararemos icing de varios colores en consistencia 10 segundos, y comenzaremos coloreando el cucurucho. Primero el contorno con icing de color beige –alejándonos un poco del borde de la galleta para evitar que se derrame- , luego el interior y por último empujando el icing hasta el borde con ayuda de una espatulita o punzón.
Una vez seco el glaseado, podemos darle la textura al cucurucho trazando líneas con el mismo color de icing en consistencia más espesa. Pero en mi caso, tenía ganas de utilizar el aerógrafo, así que opté por hacerle una trama en color tostado. Mezclé dos tonos de colorante para aerógrafo; marrón y amarillo.
Para hacer la trama, emplearemos una tela tipo redecilla (la mía es la típica tela de quesos, que habitualmente utilizo para cubrir el icing y evitar que se seque mientras estoy coloreándolo).
Cubriremos la galleta con la tela de forma que quede bien estirada para que los huecos estén bien abiertos, y aerografiamos sobre la tela desde una distancia de unos 15 cm.
Se puede repetir para lograr una trama más pequeña e irregular.
Una vez seca la pintura de aerógrafo –lo cual viene a suceder en una media hora como máximo; seca rapidísimo- ya podemos continuar con nuestro icing 10 seg. haciendo las otras partes del helado.
Primero la bola de helado de pistacho, a la que podemos añadir rápidamente delgadas líneas de icing marrón para que parezcan palitos de chocolate.
Luego la fresa y después la vainilla.
Y por último, con un icing algo más espeso –el ideal sería icing 20 seg. para que mantenga su relieve- haremos la guinda del helado (por cierto que siempre he odiado el sabor las guindas, pero estéticamente no tienen precio).
Para que todos los pasos que hemos dado tengan como resultado un bonito helado, es importante que respetemos siempre los tiempos de secado y pongamos las galletas bajo el ventilador; de esta forma evitaremos que los colores se nos mezclen.
¡Ya están listos nuestros helados!
Deliciosos, veraniegos… y perfectos para que todo el planeta vea que yo también sé hacer helados. Faltaría más.
¡Menudo tutti frutti está usted hecho! Qué ricas 🙂
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Te esperaba por aquí, Groucho 😉
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